martes, 6 de agosto de 2013

CRTA Les Tres Valls



Heroica epopeya recorriendo las duras tierras del legendario caudillo musulmán Al-Azraq. En esta inigualable travesía repleta de grandes sacrificios, nos enrolamos tres refrendados argonautas en buscas de nuevas metas y emociones. A pesar de no encontrarnos en un estado físico excepcional, decidimos sin vacilación ejecutar esta atrevida empresa conscientes de la dureza de la misma. En esta incierta odisea, debimos enfrentarnos a la exigencia de numerosos desniveles, como la siempre severa ascensión a Vall d'Ebo, así como la temerosas rampas de la Cova del Rull y no menos dolorosa travesía por la zonas dels Plans y Morells, poco antes de llegar a Alcalá de la Jovada.
Así pues, provistos de numerosos víveres y enseres, tomamos camino hacia la población de Pego, donde daría inicio el primer envite de la jornada. Después de más de 12 kms sobre un terreno favorable, enlazamos con la cv-712 en dirección a Vall d'Ebo. Desde el inicio, el fuerte desnivel se hizo patente, los gestos de sufrimiento hacían peligrar dicha aventura. La señal de aviso del 13% de desnivel, no ayudaba a unos orgullosos pero mermados argonautas. Por suerte, nos topamos pronto con una zona de umbría, aliviando en parte la dura tortura sufrida a la altura del castillo de Ambra. Pero aún no podíamos cantar victoria, faltada ejecutar la segunda parte de la subida. Nuestro gran héroe Hidden, curtido en innumerables escaramuzas, no lograba encontrar una posición cómoda durante toda la ascensión, hecho que le acompañaría durante el resto de este peligroso viaje. Mientras un erudito Teacher, se limitaba a observar y conservar esfuerzos, sabedor de los severos episodios que aún deberíamos afrontar. El grupo se mantuvo unido en todo momento, salvo algún escarceo del otro compañero en discordia, Xplorer. Sin darnos cuenta y después de tanta "chachara", algo innato en este grupo, alcanzamos la cima donde realizamos orgullosos la diapositiva que encabeza esta crónica.

Primer obstáculo del día en el inicio de la ascensión al Pla de Molló a 542mts.
Serpenteante ascensión a Ebo, en frente tenemos al imponente Bodoix de 541 mts.
Bonita panorámica del pueblo de Vall d'Ebo de apenas 286 habitantes.
 Tras recoger los frutos de la victoria, nos adentramos temerosos en los dominios de Vall d'Ebo. El descenso hacia este pequeño pueblo, no defraudó en absoluto. El valeroso Hidden, consciente de su gran potencial en esta disciplina tomó la delantera sin más dilación, y en un abrir y cerrar de ojos, nos arrastró hacia las puertas de esta tranquila población del interior de la provincia de Alicante. Tras reagruparnos a las afueras, llegamos a las impresionantes rampas de les Coves del Rull. Con gesto afligido nos miramos mutuamente, sabedores de las estremecedoras pendientes que nos aguardaban. Así pues, cargamos con toda la artillería, no dejamos ninguna bala en la recámara. La hora había llegado, era el momento de afrontar con decencia esta dura prueba. Por suerte, teníamos a los dioses de nuestras parte, Eolo (señor de los vientos) no hizo acto de presencia, mientras Kairós (dios del clima) nos había bendecido con un tupido manto de nubes, cubriéndonos del implacable Sol de esta época del año. Pero la tarea no fue nada fácil, los duros desniveles de más del 16% hacían bascular nuestras monturas de parte a parte de la carretera, nuestros cuerpos se encogían estrepitosamente en busca de un poco de cadencia, sin contar con el esfuerzo ya acumulado desde el primer lance. Pero el ánimo del grupo no decayó en ningún momento, y guiados por un pendenciero Teacher, logramos vencer está locura de tramo. Con gesto aún desencajado por el duro esfuerzo desplegado, seguimos el camino hacia los dominios del señorío de Al-Azraq (el de los ojos azules).
Inseparables compañeros de fatigas, en las puertas de les Coves del Rull.
Para una muestra un botón, aquí tenéis la prueba.
Grande Hidden y Teacher coronando las rampas de les Coves del Rull.
 Las energías empezaban la flaquear, el próximo abrevadero situado en la población de Alcalá de la Jovada, estaba aún un poco lejos. Algunos miembros de la comitiva daban indicios de sublevación, la sed y el hambre habían hecho mella en ellos. Así que utilicé un viejo recurso: "tranquilo amigos, ya falta menos". Pero el primer desconocedor de esta parte del viaje, era servidor. Tras este comentario, tragué saliva y me encomendé a los dioses, esperando alguna señal. Mientras tanto los pequeños desniveles no hacían más que aumentar el desánimo del grupo, máxime cuando debimos enfrentarnos a la descomunal pared del 16% de desnivel, poco antes de lo que parecía el inicio del descenso definitivo hacía Alcalá. Las siempre enigmáticas vistas sobre la Penya Foradá a 733 mts de altitud, sirvieron de entretenimiento para los impacientes compañeros. Cuando de repente divisamos a lo lejos la tan ansiada población, los semblantes se tornaron más desenfadados. El oráculo del Teacher, nos guío directamente al único bar abierto en esas duras tierras, pero antes de recobrarnos, hicimos un alto en el camino visitando la célebre fuente de  Al-Azraq. Tras beber que sus frías aguas, llegamos al tan ansiado avituallamiento, donde recuperamos el aliento con un buen almuerzo al puro estilo "made in valencia". La bebida corría por doquier, comida en abundancia y como siempre dijo: "en mejor compañía". Tras la ingesta final de licores propios de esta tierra, Hidden quiso pagar esta desmesurada bacanal en honor a su santoral. Ya era el momento de continuar el viaje, Xplorer vio síntomas de acomodamiento por parte del respetable, así que alentó al grupo para que montasen en sus monturas y poder consumar con éxito esta imborrable hazaña.

Preciosa foto de camino a Alcalá de la Jovada, al fondo la Foradá.
Gran foto en la fuente de Al-Azraq en Alcalá.
Soberbia bacanal cortesía del argonauta Hidden
Apenas habíamos recorrido 35 kms, sobre un total de 76 kms. Era el momento de mover la maquinaría y subir la exigua media kilométrica atesorada hasta entonces. Los polvos mágicos del amigo Xplorer, harían aumentar supuestamente la frecuencia de nuestro pedaleo. Pero a pesar de que el terreno nos era prácticamente propicio, el dios Kairós nos había arrebatado su protección, ahora quedábamos expuestos completamente al insoportable Sol de Agosto. Supongo que enfadado por no haber realizado la ofrenda en su honor, en vez de al santoral de Hidden. Fuera lo que fuese, con o sin protección, había que terminar lo que se pactó. Sin darnos cuenta, llegamos al pequeño pueblo de Margarida, puerta de acceso a la Vall de Gallinera. Repletos de júbilo, emprendimos el camino de vuelta casa. El terreno era más que favorable, 25 kms de continuo descenso hasta llegar a Pego. Sin más dilación dimos comienzo a este divertido y bello trazado que atraviesa toda la vertiente de Gallinera. Como siempre Teacher y Hidden tomaron la delantera, pero un pequeño pinchazo hizo demorar nuestro regreso. Después de sudar la gota gorda reparando este contratiempo, reemprendimos el descenso con algo más de cautela. Xplorer gran conocedor de esta bella comarca y de sus rincones, sugirió hacer un alto en el pequeño pueblo de Benialí y degustar su afamado "espencat", cosa a que no se negaron mis queridos compañeros. Tras otra enriquecedora dialéctica y como no, degustación gastronómica, retomamos el camino a casa. Impulsados por el reciente piscolabis, impusimos un fuerte ritmo hasta llegar a Pego. En esta población el Teacher sugirió realizar relevos de corta duración, para intentar que nadie quedara náufrago durante la parte final de la travesía. Tras 6 horas de refrendadas desventuras, pusimos punto final a esta imborrable jornada, que seguro recordaremos durante muchísimos años.

San Teacher, patrón de los desamparados.
"Espencat" en estado puro, "pa que patir...".
Tramo en la Vall de Gallinera, frente el castillo de Benirrama.


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